Wednesday, March 21, 2007

Mucho más.

Los hombres quieren siempre ser el primer amor

de la mujer. En ello cifran toda su grosera vanidad.

Nosotras, las mujeres, poseemos un instinto mucho

más sutil de las cosas. Lo que nos agrada es ser

la última novela de un hombre.


Oscar Wilde: Una mujer sin importancia