Debes saber que aunque si bien he tenido la fortaleza de enviarte mi carta de despedida, también la tengo para decirte que aún sigo aquí firme a tu ansiada presencia.
He sido tan débil, y es cierto, como bien dices tú, me han ganado los miedos. Miedo desgarrador a no aprender a amarte como tu mereces. Miedo a no saber transitar el mejor camino de tu mano, miedo a que no me quieras como quisiera.
Estoy cerca de ti. No he tenido la valentía de cumplir mi palabra de partida. Porque he hablado con mi interior que a gritos te llama, te necesita y te ama con locura extrema.
Aquí me quedo, esperando de tu amor, ese que me has mostrado de la mejor forma, ese que me has enseñado con tu mirada de cristal. No habré de partir a ninguna parte, porque me falta mi otra mitad, me sofoca la falta de respiración cuando me haces falta.
Eres mi real milagro, ese que ahora se me escapa por entre mis días, y quisiera estar a tiempo para recuperarte.
Te amo desde el borde de los cielos, desde donde te observo y no logro alcanzarte.
Trato de seguir tu ruta y no puedo llegar hacia ti.
Quisiera que comprendas este dolor que ahonda mi ser, mientras tantos recuerdos en este momento invaden mis instantes.
Ven a mi. Yo aquí entre nuestras fotografías te espero, entre lágrimas que te extrañan como a la misma felicidad que hemos tenido antes.
Aquí te espero, para vivir como antes, en medio de sonrisas que quisiera ahora no me niegues. Te espero para sentarnos en cualquier banco frente al río y así adorar al sol que siempre nos iluminó.
Te espero entre esta carta que te ansía como a nada en el Mundo. Te espero con mi sinceridad de siempre, con el amor más grande que nunca.
Vuelve hacia mi cuerpo ahora vacío, que te reclama a gritos desde cualquier estrella de una noche fría como la de hoy.
No me digas adiós, nunca te has ido de mí. Siempre estarás.
Me has enseñado fielmente a amar, pero no me has enseñado a olvidar, ni quiero hacerlo.
Te espero en cualquier momento descuidado de los instantes más anhelados.
Aquí estará mi alma enamorada esperando que mi puerta se vuelva a abrir con tu llave.
Con Amor,
tu amor.