Thursday, April 12, 2007

La Ilusión


Hay muchos que no saben valorarte porque, como dice el diccionario de la Real Academia, tú eres: concepto o imagen sin verdadera realidad. Esperanza sin fundamento.

¡Cuánta necedad atreverse a definirte de esa manera! Tú tienes fundamento y además tienes imagen y realidad. No puedo decir que no existes realmente, porque estás en todas partes de mí; estoy torneado de ti, hecho a tu semejanza. Despierto en ti y duermo en ti; me fascina estar contigo, me arrullas de creencia, respiro tu presencia y eres toda mi existencia. No hay pensamientos en que no te manifiestes ni actos de mi vida sin tenerte.

El Alba de tu corazón me transporta hacia el andén de tu estación, siempre subo a tu tren, no sabes cuan plena me siento. Me contagias con tu canto maravilloso e incomparable; además para mí eres un territorio de caricias que divide la nada de la realidad, por ese motivo no hay sitio para ella, no habla nuestro idioma, tampoco tiene nuestros modales suaves, sutiles, ensoñadores; ella es brusca, incoherente, fatal e irreversible.

Te ruego, Ilusión, que no te extravíes por los caminos ensombrecidos de la vida, te necesito para soñar y contemplar un cielo blanco con estrellas azules. Te necesito para mí, y tener un tiempo eterno de tu esencia y poder vestirme de ilusión, como tú, para bailar a la luz de la luna azulada ese vals del minuto que tanto me apasiona su melodía.

Poder seguir auroras boreales, viajando con la mirada en los espacios infinitos y una nave de deseos en mí ser, para luego escuchar tu sonatina persistente y hundirme entre las nubes de algodón, que tú inventas a diario en mi imaginación.

También me agrada navegar en tus entrañas y perderme en tus suspiros tenues, para salir al aire y a la luz con una sonrisa compartida. Esa es la clave de nuestra amistad, compartir, compartir los sueños y echarlos a volar, como bandada por todo el universo y, aunque en tanta inmensidad sean nada más que partículas de ecos no perceptibles, están, aunque tan sólo se confundan con silencios.

Quiero estar una eternidad contigo, eres lo mágico, y la magia es la que ayuda a ser de ti Ilusión, mis ilusiones, aquéllas que hacen que te escriba, que te sienta, que te cuente, e ir de un lado a otro y a tu ritmo, en una sucesión que comienza en un sueño y finaliza en otro. Por eso te sueño, te hablo y trazo en un tiempo tu magia y mi vida y, luego las junto en un solo surco y percibo en mí tus mismos latidos. Ojalá... que la primavera de tu hechizo no termine nunca; jamás podría decirte adiós, me haces falta. Recuerda que eres mi mismo aletear, sin ti nada sería igual. Te quiero, no me olvides, piensa que sin tu presencia mi ceguera sería eterna.